Siempre se ha hablado de la labor del coach en el desarrollo personal, pero puede ir más allá en ciertos casos. ¿Te cuesta hacer dieta? ¿Tienes problemas a la hora de comer lo que te toca? Quizá necesites la ayuda del coaching nutricional, que te permitirá tener el enfoque correcto.

Esto es para ti si quieres mejorar tu alimentación y tienes un objetivo, pero hay miedos y hábitos que te impiden lograrlo. Vamos a explicarte más sobre esta profesión para que veas por qué merece la pena contratar a alguien como Sohalia Sadeq, coach nutricional.

¿Qué es el coaching nutricional?

Se trata de un proceso de acompañamiento donde el coach nutricional ayuda al usuario a desarrollar una mejor relación con la comida. Para ello, entenderá los hábitos nutricionales del mismo, los factores emocionales y las decisiones diarias que toma. Se podría decir que afronta no solo el «qué» comes, sino también el «porqué» y el «cómo», detectando barreras emocionales y creencias limitantes.

Eso sí, no se debe confundir con la labor de un nutricionista, dietista o nutriólogo. Un coach puede ser nutricionista o no serlo, pero son labores distintas y compatibles. Por un lado, el dietista tiene los conocimientos técnicos y elabora la dieta de acuerdo a las metas del paciente. Por el otro, el coach le ayuda a ejecutar esa pauta nutricional más fácilmente.

¿Qué se necesita para hacer coaching nutricional? Necesitas compromiso personal, objetivos realista y estar abierto al cambio. Por otro lado, cuenta con un coach cualificado, certificado y con experiencia, que pueda guiarte de la manera correcta.

¿Para qué sirve?

Como hemos dicho, no tiene el objetivo de diseñarte una dieta y que cuentes macros, ya que eso lo hace el dietista. En su lugar, te ayudará a entender la relación con la comida que tienes y mantener esos hábitos sostenibles a largo plazo.

Para lograrlo, se basa en herramientas como la gestión de la ansiedad, el mindfullness, el establecimiento de metas realistas y superar bloqueos que pudieran frenar el progreso. Generalmente, hay situaciones cotidianas que te hacen comer mal, como tener estrés, no tener tiempo para preparar comida saludable o eventos sociales.

Con todo esto en mente, buscará transformar tu mentalidad de cara a la alimentación. De este modo, podrás seguir más fácilmente la dieta que te ponga el nutricionista, cambiando tu realidad con la comida y disfrutando del proceso. En vez de sufrir con dietas estrictas, aprenderás a tener una mejor relación.

Ventajas de contratar un coach nutricional

Si decides optar por el coaching nutricional, obtendrás los siguientes beneficios:

  • Sostenibilidad: el problema de limitarte a hacer dieta es que no se suele sostener en el tiempo. Por ello, esta disciplina busca crear hábitos sostenibles a largo plazo y rutinas que mantengas para siempre, con adherencia. ¡Adiós al efecto rebote!
  • Conciencia alimentaria: a menudo, comes por ansiedad, miedos o bloqueos. Con esta herramienta, tendrás conciencia de por qué estás alimentándote de manera incorrecta, canalizando esas emociones y entendiendo las señales.
  • Apoyo emocional: el coach nutricional no solo actuará como guía. También estará ahí en las malas, sirviendo de apoyo continuo ante las barreras emocionales.
  • Personalización: al igual que con las dietas, el coaching también debe ser personalizado. Cada individuo tiene sus miedos, manías y anclajes relacionados con la comida. Por ello, hay que trabajarlos por separado.
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