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Cómo prevenir la obesidad infantil

obesidad infantil

La obesidad infantil a una condición riesgosa que afecta a niños y adolescentes. Conlleva al deterioro de su bienestar físico y psicológico y pone en peligro sus vidas.

Muchos adultos con obesidad mórbida fueron pacientes con obesidad y sobrepeso infantil. De aquí la importancia de su prevención y detección temprana.

Factores de obesidad infantil

Hablamos de obesidad infantil cuando el peso supera por mucho los niveles normales según la estatura y edad.

La principal causa es el sedentarismo. Las familias modernas son menos activas y sus dietas se caracterizan por tener un alto contenido calórico.

Es muy común ver a los niños merendar con golosinas y gaseosas, mientras que los platos fuertes incluyen muchas frituras y carbohidratos refinados. Por no mencionar los postres, con los cuales se les suministran inmensas cantidades de azúcar.

Si a esto sumamos la ausencia de ejercicio físico, el cuerpo comienza a acumular grasa extra, trayendo como consecuencia el aumento de peso.

También influye la genética, un niño con parientes obesos tiene mayor probabilidad de ganar peso. Y más cuando crece en un entorno con malos hábitos alimenticios.

Por otro lado, algunos niños comienzan a comer demás producto del estrés y la ansiedad. Lo cual se agudiza si sus padres no les presten atención por estar inmersos en sus propios problemas.

La obesidad infantil y sus complicaciones

La obesidad infantil es causante de problemas crónicos que ponen en riesgo la salud de quien la presenta. Problemas que antes solo se presentaban en los adultos.

En primer lugar, el niño comienza a padecer de azúcar, triglicéridos y presión arterial altos, además de un descenso del colesterol de lipoproteínas de alta densidad.

La alteración de estos niveles se conoce como síndrome metabólico y trae como consecuencias el desarrollo de diabetes tipo 2, problemas cardiacos y otras enfermedades crónicas.

Recordemos que un estilo de vida sedentario es la principal causa de la llegada de la diabetes tipo 2.

Por otro lado, el colesterol y la presión arterial elevada causan acumulación de placas dentro de las arterias. Con el tiempo éstas comienzan a endurecerse provocando ataque cardiaco o un accidente cerebro vascular.

También se presentan otro tipo de problemas que afectan la calidad de vida del niño, tales como:

Todos estos factores en conjunto elevan en un 30% el riesgo de mortalidad en comparación con las persona de peso normal.

A nivel psicológico también hay repercusión, puede presentarse depresión debido a la exclusión social y el acoso de otros niños.

¿Cuándo acudir al médico?

Se debe prestar atención cuando un niño nace con sobre peso o lo adquiere durante sus primeros 2 años de vida.

También están en riesgo quienes no hayan recibido lactancia o provengan de padres obesos.

Si sientes que tu hijo está en riesgo o notas que su peso está por encima de lo normal debes llevarlo al médico.

Gracias a la medición del Índice de Masa Corporal (IMC) y las tablas de crecimiento, los médicos determinan si existe sobrepeso. Si lo considera necesario también revisará su historial de desarrollo y los antecedentes familiares.

Algunos centros de salud cuentan con la clínica de obesidad. El cual es un nuevo concepto que surge como apoyo a los pacientes afectados. Se trata de una unidad médica especializada en la prevención y atención de personas con este padecimiento, incluyendo a los niños con obesidad infantil.

Está conformada por nutricionistas, cardiólogos, psicólogos, entre otros especialistas que prestan apoyo a los pacientes y sus familias.

Prevención de la obesidad infantil

Estas son algunas recomendaciones que te ayudarán a tener mejores hábitos alimenticios:

En cuanto a la actividad física, promueve la participación del niño en deportes y juegos al aire libre.

En los niños mayores y adolescentes la actividad física intensa es necesaria por lo menos una hora cada día.

Además de esto, limita el tiempo que pasa frente a las pantallas. Un máximo de 2 horas al día es la recomendación general.

Es necesario que acudas al médico al menos una vez al año para determinar a tiempo el riesgo de obesidad.

Sin embargo, la responsabilidad no es de la familia solamente, los comedores y las cantinas escolares también tienen un fuerte grado de responsabilidad.

Debemos prevenir y controlar la obesidad infantil para evitar que continúe afectando vidas. Siendo lo primordial, mejorar los hábitos de toda la familia en cuanto a la dieta y el ejercicio.

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