Parece innegable que el entrenamiento personal es una actividad en auge. Concretamente, cada vez son más las personas interesadas tanto en contratar los servicios de uno de estos profesionales como de formar parte de este “gremio” para guiar a otros a conseguir los cambios físicos y de salud que desean. Eso sí, parece que se olvidan de las poblaciones especiales.
Por si fuera poco, hay poca regulación de la actividad, algo que puede ocasionar que entrenadores sin la suficiente formación ni experiencia dañen gravemente la salud de sus clientes. Eso sí, la formación autodidacta también ha aumentado debido a la parición de internet. En mi opinión. cada vez existe un abanico más amplio de profesionales con grandes conocimientos y formación.
Sin embargo, este artículo pretende evidenciar un área del entrenamiento personal a la cual no damos suficiente importancia, ni desde las instituciones y planes de actuación socio-sanitarios ni desde los propios profesionales. Concretamente, algunas de las mejores certificaciones deportivas como NSCA dedican apenas un capítulo a ello, y en las titulaciones oficiales de educación física tampoco es un tema que se aborde en profundidad. De este modo, hablaremos del entrenamiento con poblaciones especiales.
Concepto de entrenamiento en poblaciones especiales
Definimos de una forma general el concepto, diciendo que se trata de una población con unas características específicas que las diferencia de las demás. Algunos de los tipos de poblaciones especiales más comunes son:
- Etapas críticas del desarrollo: infancia, adolescencia, embarazo, tercera edad.
- Discapacidades físicas o intelectuales.
- Enfermedades cardiovasculares o metabólicas: población con alto riesgo coronario, diabetes, hipertensión arterial, etc.
- Enfermedades osteo-articulares.
- Pacientes que han superado una enfermedad grave.
- Enfermedades respiratorias.
Son muchas las condiciones diferentes lo que hace realmente amplio el campo de investigación y trabajo. Quizá por ello, también son muchos los avances que se están realizando principalmente en la rehabilitación neuropsicológica. Concretamente, un ejemplo de esta técnica de gran proyección, es la capacidad del ejercicio post-infarto de alta intensidad para mejorar la activación consciente, niveles de fuerza y rango articular de la parte superior del cuerpo. (1)
La importancia del entrenamiento en poblaciones especiales
Resulta evidente que debemos tener una especial precaución a la hora de trabajar con este tipo de población pero esto no quiere decir que el trato deba ser protector y paternalista desde el resto de la sociedad. Eso sí, muchas veces esta sobreprotección y miedo a que “pase algo” niega a estos individuos la posibilidad de realizar una actividad física que le resulte sumamente beneficiosa y satisfactoria. (2).
Es más, está demostrado científicamente que el ejercicio resulta saludable en prácticamente cualquier circunstancia y momento del desarrollo. Tanto es así que se llegó a la conclusión de que entre más de 50.000 personas adultas el factor “baja condición cardiovascular” suponía entre el 16 y 17% del total de los factores de riesgo. En concreto, este porcentaje está por encima del de la obesidad, tabaquismo o diabetes. (3)
Beneficios del entrenamiento de poblaciones especiales
Esto sucede desde las primeras etapas de nuestra vida y continúa en la adolescencia, una etapa donde la composición y el aspecto corporal resulta determinante en nuestro desarrollo psicológico. En concreto, los niños que presentan un mejor nivel cardiovascular tienen menores porcentajes de grasa especialmente en la zona del tronco. (5)
Además, el ejercicio también resulta muy beneficioso para aquellas personas con riesgo de padecer síndrome metabólico. En concreto, termina reduciendo indicadores como el peso corporal, circunferencia de cintura, presión arterial y niveles plasmáticos de glucosa, insulina y triglicéridos. Además produce un incremento de fuerza y VO2 máximo. (6)
Incluso en situaciones extremas como es haber superado un cáncer de próstata el ejercicio parece ayudar a mejorar niveles de fuerza o porcentaje graso. Además, también a reducir los niveles de ansiedad y proporcionar una mejor inclusión y aceptación personal. (6)
Es más, no todos los grupos poblacionales responden de igual manera al ejercicio, por lo tanto no requerirán el mismo tipo, duración e intensidad de entrenamiento (7),. Eso sí, sí que se pueden establecer unas recomendaciones generales una vez realizada una correcta evaluación del sujeto (8):
- Resistencia cardiovascular: 3 – 5 días por semana, de entre 20 y 60 min. (dependiendo de la intensidad) y manteniéndose entre el 55 y 75% de la frecuencia cardíaca máxima.
- Ejercicios de fuerza: 2-3 días por semana trabajando entre 8 y 10 ejercicios a modo de circuito manteniéndose en 15-25 repeticiones por ejercicio. Se realizará a un 70-80% de esfuerzo máximo y con descansos entre series de 1 a 3 minutos.
De esta manera, podemos garantizar estar actuando sobre todas las capacidades y facilitando las máximas mejoras. Al mismo tiempo, disminuimos los riesgos inherentes a cualquier práctica física.
Conclusión
Finalmente, sacaremos una conclusión a todo lo estudiado. Como conclusión decir que, en general, el mundo del entrenamiento personal se centra habitualmente en las poblaciones sanas. En concreto, esto se debe a causa de que la mayoría de preparadores han sido o son deportistas que comenzaron a estudiar y formarse con el objetivo de mejorar su propio rendimiento. Después de hacerlo, han encontrado una salida profesional en este ámbito.
Sin embargo, creo que es necesario concienciarse, no solo del gran interés que tiene el entrenamiento con poblaciones especiales. sino también enfocarlo desde un punto de vista de necesidad social. En realidad, vivimos en un mundo cada vez más sedentario y alejado del conocimiento sobre sus propias capacidades físicas. Por esta razón, se hacen indispensables unos profesionales formados, que puedan ayudar a cualquier individuo independientemente de sus características o peculiaridades a mejorar su salud y calidad de vida.
“Que todas las partes del cuerpo tienen su función y que si se usan con moderación y realizan las funciones a las que están destinadas llegarán a desarrollarse y envejecerán más tarde, pero si no se usan se desarrollarán defectuosamente envejeciendo rápidamente, enfermando con mayor facilidad” Hipócrates S. IV a.C.
Referencias:
Referencias 1-4
Urbin, M.A., Harris-Love, M.L., Carter, A.R., Lang, C.E. High-intensity, unilateral resistance training of a non-praetic muscle group increases active range of motion in severely paretic upper extremity muscle group after stroke. 2015
Casajús, J.A. y Vicente Rodríguez, G. (coordinadores). Ejercicio Físico y Salud en Poblaciones Especiales. Exernet. Madrid: Consejo Superior de Deportes; 2011
(Blair, S.N. Physical inactivity: the biggest public health problem in 21st century. J. Sports Med 43 (1))
Casajús, J.A, Leiva, M.T., Ferrando, J. A., Moreno, L. Relación entre la condición física cardiovascular y la distribución de grasa en niños y adolescentes. 2008
Referencias 5-9
Sari-Sarraf, V., Aliasgarzadeh, A., Mahdi, M. A combined continuous and interval training improves metabolic síndrome risk factors in men. 2015: 8 203-210
Norris, M.K., Bell, G.J., Nort, S., Coumeya K.S. Effects of resistance training frecuency on physical functioning and quality of life in prostate cancer survivors: a pilot randomizes controlled trial. 2015
Erikssen, G. Physical fitness and changes in mortality: the survival of the fittest. Sports. Med 31:571-576, 2011
Moreno, A. Prescripción de ejercicio en poblaciones especiales. [en línea] 2014. Disponible en: http://g-se.com/es/salud-y-fitness/blog/prescripcion-de-ejercicio-en-poblaciones-especiales
Albarrán, M.A. La actividad física en poblaciones especiales en sillas de ruedas.
Carrión, J.L. Rehabilitación neuropsicológica del daño cerebral. Mente y Cerebro 45/2010 62-71.