Cuando hablamos de una contractura cervical, antes que nada tenemos que saber cuáles son los síntomas y son los siguientes:

  • Pinchazos agudos
  • Hinchazón
  • Dolor fuerte en el músculo de la región cervical
  • Sensación de hormigueo
  • Calor fuerte en la zona
  • Intentar evitar el movimiento del cuello para no sufrir dolores

Se puede decir,que la contractura cervical ocurre cuando los músculos que están alrededor de las vértebras se ponen rígidos debido a diferentes motivos o factores. La contractura cervical puede provocar náuseas y mareos, y si el dolor perdura puede incluso afectar directamente a la curvatura del cuello, volviéndose de esta manera el cuello recto. Normalmente, se sufre de contractura cervical por mala actitud postural.

Para la recuperación de la contractura cervical es fundamental relajar al máximo los músculos de la cervical para así mejorar el bienestar.  Existen diferentes métodos para ello, muy eficaces todos ellos:

    • Terapia de calor: Es importante poner calor en la zona, nada más sientas molestias en el cuello, así como la manta eléctrica. Hay que ponerse calor varias veces al día y en periodos de no más de 10 minutos. Si no tenemos material como manta eléctrica, tendríamos que buscar otro método, así como echarles aire caliente a una bufanda o un pañuelo y ponérsela alrededor del cuello. Todo esto sirve para relajar los músculos que rodean la cervical lo cual nos favorece directamente en el tratamiento de la contractura cervical.
    • Antiinflamatorios: :Tomar antiinflamatorios aunque favorezca a la lesión, no se recomienda debido a que se expanden en el hígado y puede que generar tensiones. En su lugar, es mejor tomar un reconsituyente articular completo, como este de aquí, el cual te ayudará a sentirte mejor.
    • Ejercicios como Yoga y Pilates: Ayudan a reducir molestias músculo-esqueléticas. Además de eso, ayudan a mejorar la actitud postural que usaremos en el día a día.  Practicar este tipo de ejercicios, nos ayudarán mucho a soltar la tensión y a relajarnos emocionalmente. Mediante estiramientos del cuello y de la espalda, notaremos una gran mejora en la zona que nos causa molestias o dolor.

 

 

Si usando estos métodos, no conseguimos disminuir el dolor, se recomienda acudir a un fisioterapeuta; así mediante masajes y efectos de calor que producen los infrarrojos, la recuperación será mucho más rápida.

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